Estoy harta de mentiras. Harta de derramar lagrimas. Harta de decepciones. Harta de intentar curarme estas heridas.
Nadie entiende que me encuentro en un laberinto, engullida por la oscuridad. Estoy atrapada. Perdida sin encontrar mi camino.
Avanzo, avanzo más y más, pero repentinamente me detengo. Al dar un paso, vuelvo dos pasos más hacia atrás sin conseguir alcanzar mi objetivo.
Siento a mis piernas desfallecer, por este camino sin fin que recorro cada día. No pueden más. Se debilitan. Se rinden.
Son años y años los que he llegado a recorrer bosques, llanuras, ríos, mares, un millón de desiertos hacia mi limbo, pero me pierdo en el trayecto sin llegar a él.
Millones de veces he tenido la sensación de hallarme en el, pero me tropiezo, volviendo a la cruda realidad. Esto no es fácil. Todo es muy difícil... Mi limbo es inalcanzable.
¿Tu que crees? ¿Me rindo tan fácilmente? Puede ser. ¿Soy una cobarde? Puede ser. ¿Temo encontrar mi limbo para que luego me la arrebaten? La respuesta es indudablemente ''SÍ''.
¿Cómo no temer? Si encuentras la gloria y te la arrebatan. La busco. La encuentro... La pierdo. Así, sucesivamente sin darme tiempo a disfrutarla, vivirla, soñarla... A respirarla.
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